Deliciosas galletas que combinan la suavidad de la leche condensada con la textura crujiente de una galleta clásica. Perfectas para acompañar el café o como un dulce tentempié en cualquier momento del día.
Instrucciones
Paso 1
Precalentar el horno a 180°C y preparar una bandeja de horno con papel pergamino.
Paso 2
En un bol, mezclar la mantequilla a temperatura ambiente con la leche condensada hasta obtener una mezcla homogénea.
Paso 3
Añadir el huevo y seguir mezclando hasta que esté bien incorporado.
Paso 4
Tamizar la harina y el polvo de hornear, y añadir a la mezcla anterior. Mezclar hasta obtener una masa suave y manejable.
Paso 5
Formar pequeñas bolitas con la masa y colocarlas en la bandeja de horno, dejando espacio entre cada una.
Paso 6
Aplastar ligeramente las bolitas con un tenedor para darles forma de galleta.
Paso 7
Hornear durante 12-15 minutos o hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
Paso 8
Dejar enfriar sobre una rejilla antes de servir.