El aceite de albahaca casero es una deliciosa y aromática adición a cualquier cocina. Perfecto para aderezar ensaladas, pastas y platos de carne o pescado, este aceite es fácil de preparar y conserva todas las propiedades beneficiosas de la albahaca fresca.
Instrucciones
Paso 1
Lava y seca bien las hojas de albahaca.
Paso 2
Coloca las hojas de albahaca en una licuadora o procesador de alimentos.
Paso 3
Añade el aceite de oliva virgen extra a la licuadora.
Paso 4
Licúa hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Paso 5
Vierte el aceite de albahaca en un frasco de vidrio limpio y esterilizado.
Paso 6
Guarda en el refrigerador y utiliza dentro de las 2 semanas.